El paseo de la Castellana volvió a ser escenario, el último domingo de marzo, de la Carrera En Marcha Contra el Cáncer, que cumplió su novena edición consecutiva -en 2020 se organizó de manera virtual-, con la participación de cerca de 12.000 corredores, cifra considerablemente más alta que en la edición poscovid de 2021.
A pesar del adelanto horario de verano, los participantes en la distancia larga, de 10 kilómetros, llegaron puntuales a su cita, las 9 de la mañana, entre ellos el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz, corredor habitual de esta prueba, que, además, fue el encargado del corte protocolario de la cinta de salida, a cuyo tradicional color verde se unió el azul y amarillo en apoyo a Ucrania. El consejero estuvo acompañado, entre otros, por la presidenta de la Asociación Española Contra el Cáncer en Madrid, Laura Ruiz de Galarreta; Alicia Martín, directora general de Deportes del Ayuntamiento de Madrid; y el locutor de la emisora de radio Cadena 100 Javi Nieves.
El alcalde de Madrid cortó la cinta y se puso a correr
Tras la primera hora y media de la jornada, el tiempo en el que se desarrolló la carrera de 10 km., llegó el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, invitado a dar el tijeretazo a la segunda cinta, la correspondiente a la carrera de 4.000 metros, junto a su edil de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante. Después, el alcalde no dudó en despojarse del chándal y, ya de corto y vestido con la camiseta verde conmemorativa, con el lema ‘En marcha contra el Cáncer’, cumpliera su palabra dada en la pasada presentación, situándose en la línea de salida para afrontar los 4 km. -su número de dorsal-, en la que los participantes pudieron elegir entre correr o caminar. Toda una fiesta de color verde sobre la Castellana.
El toledano Rodrigo José Navarro, que se estrenaba en esta carrera contra el cáncer, venció con autoridad, invirtiendo un tiempo de 32 minutos y un segundo en cubrir los aproximadamente 9.500 metros de trazado. Por detrás, a poco más de 20 segundos, llegó Iván Muñoz y a 1:15, Andrés Lera. En féminas, la local Carmen Sánchez ganó con 35:59, por delante de la manchega Sara Alcázar y la también madrileña Beatriz Morillo, paciente y vigente récord Guinness de medio maratón empujando un carrito con sus dos hijos, que también participaron este año en la prueba final reservada a los más pequeños.
En los 4.000 metros, los podios se los distribuyeron Florencio Arroba, vencedor con 13 minutos y que ya conoce lo que es subir al cajón de la Carrera En Marcha en otras ocasiones, siendo 2º y 3º Juan Negreira y José Antonio Morales, respectivamente. Por su parte, el grupo de triatletas del programa Universo Mujer de Iberdrola copó el podio, con María Casal y Paula del Pozo, que llegaron en poco más de 14 minutos a meta, e Irache Arenal.
Volvió la fiesta ‘En Marcha Contra el Cáncer’ a Colón y las carreras infantiles
A continuación, y antes de volver a celebrar las multitudinarias ‘peque-carreras’ -no se llevaban a cabo desde 2019-, se realizó la entrega de trofeos en la plaza de Colón, amenizada por Michi Primo de Rivera, asiduo colaborador de la Asociación, y presidida, de principio a fin, por el alcalde Martínez-Almeida, que no paró de fotografiarse con todo el que se lo pidió. Tras el homenaje a los ganadores, fue el turno de reconocer a Iberdrola, cuyo premio recogió Antonio Armengot, director comercial de la empresa en Madrid; hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares y a la Sede local de Alalpardo (Valdeolmos-Alalpardo), por aportar el mayor número de participantes en los ámbitos de la empresa, centros sanitarios y sedes locales de la Asociación, respectivamente.
La organización ha agradecido el apoyo prestado este año por patrocinadores y colaboradores (Iberdrola, MSD, Daikin, Ocaso, Solán de Cabras, El Corte Inglés, Hiper Usera, Sprinter, Zity y Aedas Homes), además de instituciones y entidades que han hecho posible la prueba, que en 2023 cumplirá su décimo aniversario y, sobre todo, a los voluntarios y voluntarias que se han distribuido por todo el circuito y por los estands y mostradores ubicados en Colón, donde, además de correr, los pequeños han podido jugar y divertirse; los mayores, adquirir productos solidarios, bailar o asistir a sesiones de ‘gym’ al aire libre o firmar en un mural